miércoles, 18 de abril de 2012
Zoologicos – Una huella del siglo XIX
Solemos pensar que el zoológico es un buen paseo para llevar a nuestros hijos, enseñarles sobre la belleza de la vida y el amor a los animales. Que es una oportunidad de ver animales de otros continentes, sus hábitos, como viven. Pero, lamentablemente, sólo vemos ansias de libertad, conductas neuróticas, propias de la angustia de estar encerrados, depresión. Es una mala costumbre heredada de una cultura anticuada, cuando el Humano creía tener derecho a usar al resto de especies a su voluntad, cuando no se creía que los animales fuesen seres sintientes, cuando no existía la idea de un mundo finito ni de la necesidad de cuidar el planeta. Es un vestigio de tiempos lleno de crueldad, ideas expansionistas, discriminación, especismo y racismo. Estamos en el siglo XXI. Doscientos años después todavía nos quedan muchas cosas por cambiar. Pero no hay duda de cual es el rumbo. Respetar la vida, el hábitat y el desarrollo natural de todas las especies del planeta nos dará la posibilidad de respetarnos a nosotros mismos como especie, nuestro planeta y nuestro futuro.